Esqueleto. Comparación entre neandertal y sapiens. |
1 El cráneo.
La caja craneana
de los neandertales es muy grande. Vista de perfil es larga y baja, con la
frente huida; el occipital, alargado y proyectado hacia atrás, pero redondeado,
tras una depresión hacia arriba (fosa suprainíaca). Los cráneos de los neandertales
tienen en vista posterior un perfil redondeado mientras que nuestro cráneo visto
por detrás tiene un perfil pentagonal.
En los
neandertales faltan las fosas parietales latero-súperas y la anchura máxima de
la bóveda se mantiene baja, entre los temporales mientras que en los modernos,
la altura máxima se eleva hasta los parietales.
El cráneo de
los neandertales presenta un torus supraorbitario muy marcado, grueso y
saliente, principalmente en el centro, arqueado y debilitado en la gabela,
entre las órbitas, y lateralmente forma dos arcos que continúan el contorno de los
ojos y contienen grandes senos frontales. La cara es muy prognata, la frente es
baja.
Los neandertales
poseían grandes capacidades cerebrales (entre 1200-1700 centímetros cúbicos, volúmenes
similares a los de nuestra especie e incluso ligeramente mayores). Los neandertales
y nuestra especie somos las dos formas humanas más encefalizadas, pero el crecimiento
del tamaño del cerebro se produce de forma independiente en ambas líneas evolutivas.
- el neurocráneo del hombre moderno
es alto y de frente levantada.
- el cráneo de los neandertales se
hizo muy alargado.
Markus Bastir, Chris Stringer et al
(2011), tras comparar los cráneos, han sacado tres conclusiones:
1. Los lóbulos temporales en sapiens parecen haber
crecido mucho más a lo largo de la evolución de nuestra especie. Esto ya se
sabía cuando se comparaba con chimpancés, por ejemplo, pero hasta ahora no se
había podido saber si era una característica de todos nuestros antecesores o
si, como parece haber confirmado esta investigación, ese tamanaño inusualmente
grande los lóbulos temporales es propio solo de nuestra especie. El lóbulo
temporal es una parte del cerebro, localizada frente al lóbulo occipital,
aproximadamente detrás de cada sien, que desempeña un papel importante en
tareas visuales complejas, como el reconocimiento de caras. También recibe y
procesa información de los oídos, contribuye al equilibrio, y regula emociones
y motivaciones como la ansiedad, el placer y la ira.
2. El lóbulo olfativo también es más grande que los de
los neandertales (en tamaño absoluto y relativo).
3. La forma de los lóbulos frontales es distinta en sapiens y neanderthalensis. En el lóbulo frontal se encuentra el área de
Broca, encargada de la producción lingüística y oral y se regulan los
movimientos de los órganos fonoarticulatorios.
La cara de los neandertales tiene prognatismo medio-facial, es decir, está proyectada hacia delante. Las órbitas oculares eran grandes y redondas. Al tener la cavidad nasal más adelantada los huesos nasales se disponen casi horizontalmente. En los neandertales la placa ósea de debajo de las órbitas se dispone diagonalmente (en el hombre moderno la placa infraorbitaria tiene una orientación coronal), con lo que la cara de los neandertales presenta una apariencia apuntada en forma de cuña, que le da un aspecto "aerodinámico". También tienen una abertura nasal muy ancha, y la cavidad interna también es muy grande, por ese motivo se piensa que sus narices serían planas y anchas. Se ha planteado la hipótesis que los neandertales tenían cavidades nasales anchas para calentar y humedecer, durante la respiración, el aire frío y seco que habría en épocas glaciares en Europa. Sin embargo, en poblaciones actuales, no existe ninguna relación entre el tamaño de la abertura y cavidad nasal y el clima. Parece más probable que los neandertales necesitaban tener un gran tamaño de nariz por la necesidad de oxigenar su cuerpo tan robusto. Las grandes fosas nasales podían proporcionarles un fuerte vozarrón.
La anatomía del oído revela
que los neandertales tenían una capacidad auditiva similar a la de los humanos
actuales. Este hecho, junto a la también parecida configuración del gen FOXP2,
favorece la teoría del habla neandertal.
Los arcos dentarios estaban
desplazados de debajo de la base del cráneo hacia delante. Los dientes de los neandertales
son del mismo tamaño que los de nuestra especie, pero en relación al cráneo, a la
mandíbula y al tamaño corporal son relativamente pequeños. La relación entre la
dentición anterior (incisivos y caninos) y la dentición posterior (premolares y
molares) es diferente: los neandertales tienen la dentición anterior relativamente
más grande. Los incisivos superiores, en pala. Los molares tienen la cavidad pulpar
expandida (característica que se denomina taurodontismo). Además, la dentición anterior
de la mayor parte de neandertales está muy desgastada, porque utilizaban los dientes
con una función especial (quizás para curtir las pieles, o para sujetar el alimento
u otros objetos con los dientes).
La mandíbula carece de mentón,
tiene el foramen mandibular situado a la altura del primer molar y posee un espacio
entre el último molar y la rama mandibular, que se denomina espacio retromolar Este
espacio aparece porque la dentición tiene un reducido tamaño y está en una situación
adelantada con relación al hueso.
2
Forma general
En las primeras interpretaciones
de la forma corporal de los neandertales se les atribuía un aspecto brutal y simiesco.
Sin embargo, hoy sabemos que su postura erguida y su forma de locomoción sería muy
similar a la de la humanidad actual.
El promedio de estatura masculina
se encuentra en torno a 170 cm y el promedio femenino alrededor de 160 cm. Pero
su complexión física es extraordinariamente robusta, su esqueleto es mucho más corpulento,
el grosor de los huesos es mayor y las inserciones musculares están más marcadas.
Los neandertales también tienen el tamaño de las articulaciones relativamente más
grandes.
Las estimaciones del peso de
algunos individuos masculinos neandertales arrojan cifras de alrededor de 80-90
kg, bastante superiores a las de los hombres modernos de la misma estatura. Pero
es probable que los pesos de los neandertales estén infraestimados, porque las rectas
de regresión utilizadas para establecer el peso, a partir de medidas esqueléticas,
se basan en estudios sobre poblaciones actuales que tienen un cuerpo más grácil.
Tampoco se tiene en cuenta el peso más elevado que tendrían los huesos de estos
homínidos, que presentan un mayor grosor en sus paredes óseas.
3
Huesos poscraneales.
Los huesos de los
neandertales eran robustos y pesados, con un periostio grueso.
Las extremidades de los neandertales
son relativamente más cortas, especialmente en los segmentos distales, es decir
huesos del antebrazo (cúbito y radio) y pantorrilla (tibia y peroné).
Los neandertales reflejan en
su forma corporal (bajos, corpulentos y con extremidades relativamente cortas)
adaptaciones al clima frío. Para Ryan Higgins (2011), las piernas cortas son
más eficientes en ambientes montañosos.
En el coxal, los neandertales
tienen el hueso púbico (más concretamente su rama horizontal) muy alargado y aplanado.
También Australopithecus tiene el pubis largo; así, esta morfología parece
ser una característica primitiva que presentan todos los homínidos, a excepción
de los humanos modernos, los únicos que poseemos un pubis acortado y grueso. A partir
de un antepasado primitivo de gran complexión física con caderas anchas y cerebro
reducido, evolucionaron dos líneas independientes en Europa y África. La primera
de las líneas evolutivas conduciría a los neandertales y la segunda a los humanos
modernos. En ambas líneas se produjo un aumento del tamaño cerebral. Pero, mientras
que los neandertales conservaron el modelo corporal de complexión robusta y cuerpos
anchos de sus antepasados, reduciendo la longitud de sus extremidades, los humanos
modernos redujeron la anchura de las caderas y del tronco, y disminuyó su peso corporal.
En los neandertales, se
aprecia un surco dorsal en la escápula. La forma de esta y la clavícula larga
evidencian una espalda ancha en los hombros.
4
Rasgos culturales.
El conjunto de útiles líticos
de los neandertales se conoce como cultura Musteriense, y se encuadra dentro del
Modo Técnico 3 o Paleolítico Medio. El Musteriense no es exclusivo de los neandertales
y en las cuevas de Qafzeh y Skhul (ambas en Israel) hemos encontrado niveles con
industria Musteriense asociados a enterramientos de Homo sapiens.
En 2011 el equipo de Eudald
Carbonell encontró las huellas hasta el momento más antiguas de un artefacto de madera con mango. Se trata de un negativo sobre travertino de un utensilio parcialmente carbonizado, hallado en el yacimiento del Abric Romaní, en Capellades (Barcelona), datado
en 56 ka.
Negativo sobre travertino de artefacto de madera con mango de Abric Romaní. |
Muchos de los esqueletos neandertales
excavados en cuevas han sido históricamente considerado como el resultado de prácticas
funerarias. Existen mayores dudas sobre la existencia de un ritual acompañante,
es decir, si el enterramiento tenía algún tipo de significado simbólico. Las pruebas
de ritualidad en los enterramientos neandertales son muy dudosas
Son los neandertales los que
generalizan el uso del fuego en todos sus asentamientos. En los yacimientos del
Paleolítico medio aparecen frecuentemente hogares muy bien estructurados, con los
que los neandertales organizaban el espacio donde vivían. Estos fuegos eran mantenidos
quemando madera o huesos.
También tenemos pruebas de que
los neandertales proporcionaban algún tipo de ayuda social a individuos muy viejos
o con incapacidades físicas importantes.
En el yacimiento croata de Krapina
también encontramos evidencias de canibalismo entre los neandertales: los huesos
están fracturados intencionalmente, muchos de ellos presentan marcas de corte en
su superficie producidas por instrumentos líticos, y algunos de ellos están quemados.
A partir de los conjuntos de
restos de animales encontrados en los diferentes yacimientos del Paleolítico medio,
sabemos que los neandertales eran buenos cazadores, aunque quizás algunas de sus
presas también las obtuviesen practicando métodos oportunistas y de carroñeo. Sus
presas principales eran los ciervos, caballos, bisontes, cabras, renos y, en menor
medida, mamuts y rinocerontes. En algunos yacimientos la mayor proporción de alguno
de estos taxones sobre los demás no refleja las preferencias cinegéticas de los
neandertales, sino que refleja la abundancia de este animal en el entorno inmediato
de los yacimientos. Los neandertales usaban lanzas, pero empujándolas, no
lanzándolas como los sapiens. La capacidad
de lanzar objetos requiere de una coordinación extremadamente buena y de
habilidades motoras, que son proporcionadas por dos estructuras cerebrales
excepcionalmente desarrolladas en los sapiens:
el cerebelo y la corteza parietal posterior. Estas regiones estaban menos
desarrolladas en los neanderthalensis.
Además de por su alimento, algunos
de los animales cazados eran apreciados también por su piel, huesos y tendones,
usados para hacer ropa, tiendas, etc. La evidencia de que usaban ropas es indirecta.
El estudio del desgaste que tienen sus útiles líticos nos indica que los usaban
para cortar pieles y darles forma.
Un buen resumen. Solo un pequenyo comentario en relacion a la herramienta de madera del Abric Romani. En la leyenda de la figura da la sensacion de que la herramienta de madera es lo que se encontro, cuando lo que de hecho se encontro es su molde en el travertino.
ResponderEliminarCorrijo el texto y el pie de foto. Muchas gracias por la precisión, Blackbird.
ResponderEliminarLos indigenas Sur Americanos tambien tienen los incisivos superiores, en pala. El cuerpo de un indigena andino se parece mucho al del Neanderthal; quizas por algun tipo de adaptacion a la altura/frio.
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