domingo, 5 de septiembre de 2010

Gustave Courbet: pintor del sexo campesino y proletario.

Gustave Courbet. El origen del mundo. Musée d'Orsay. Paris. 55x46 cm.
El Comité de Selección de la Exposición Universal de París de 1855 rechazó unas obras de Courbet y le instó a abandonar su estilo. Courbet construyó a sus expensas, en las cercanías del Salón Oficial, un barracón  Du Réalilsme. G. Courbet. Era el nacimiento del Realismo.
«si dejo de escandalizar, dejo de existir»
Amigo de la polémica, Courbet mostró en sus cuadros a campesinos y trabajadores, y les dio entrada a los espacios donde los burgueses celebraban sus ritos, provocando su protesta.
"no puedo pintar un ángel porque nunca vi ninguno"
El primer propietario fue el diplomático turco-egipcio Khalil-Bey, figura brillante del París de los años 1860, reúne una efímera pero deslumbrante colección, dedicada a la celebración del cuerpo femenino, antes de arruinarse con sus deudas de juego, en la que figuraba también El sueño, que aborda el tema prohibido de los amores lésbicos.


Gustave Courbet. El sueño. Petit Palais. Paris. 1,35x2,00 m.
El origen del mundo fue adquirido por el anticuario Antoine de la Narde en la subasta que se realizó en 1868. Tras pasar por distintas manos el barón, coleccionista y pintor húngaro Ferencz Hatvany los llevó a Budapest, ya en el siglo XX. En 1955 fue adquirido por Jacques Lacan. En 1967, el sexólogo Zwang publica la primera foto de la obra. En 1977, por primera vez, la pintura es reproducida en un libro de arte. En 1981 pasó a ser propiedad del Estado francés en pago de los impuestos sucesorios. En 1988, el cuadro cuelga, también por vez primera, de las paredes de un museo: The Brooklyn Museum of Art. En 1994, Jacques Henric publica la novela Adoratíons perpétuelles, cuya cubierta reproduce la tela y lleva al secuestro del libro. El 26 de junio de 1995, el ministro de Cultura, Douste-Blazy, hace el discurso de ingreso de la tela en las colecciones nacionales que empieza a mostrarse en el Musée d'Orsay de París, con una vigilancia especial en la sala, por temor a las reacciones del público. Todavía hoy causa asombro e incredulidad a los no iniciados. Es el cuadro cuya reproducción más se vende en el Museo, después de Le Moulin del Galette, de Renoir.

Lo que llama la atención de L'origine du monde es el atrevimiento y la franqueza, la ausencia de un pretexto histórico o argumental, sin un guión que lo disculpe, la brutalidad del cercenamiento de piernas, brazos y cabeza de la modelo Joanna Hiffernan, forzando al espectador a situarse en un punto de vista inédito en la historia de la pintura. Podemos mirar el sexo de Joanna sin ser molestados por su mirada, sin ser sorprendidos como mirones y concentrarnos en nuestras sensaciones eróticas. Courbet, Joanna y los espectadores compartimos un acto transgresor contra un ambiente social represivo. Se trata de puro placer, de reconocernos como seres deseantes contra la sociedad que nos lo prohibe.
No es imposible que Courbet hubiese recibido alguna inspiración de la naciente técnica fotográfica pues hay fotos y daguerreotipos previos de desnudos de Auguste Belloc y de Alexis Gouin bastante parecidos.

Gustave Courbet. Mujer con loro.


http://institut-courbet.over-blog.com/

2 comentarios:

  1. Sugiero corregir la errata y borrar este comentario

    Podemos mirar el sexo de Joanna sin ser molestados por su mirda, sin ser sorprendidos como mirones

    ResponderEliminar
  2. Gracias, Dubitator. Corregido. Dejo el comentario para que conste tu colaboración, que agradezco nuevamente.

    ResponderEliminar