martes, 2 de febrero de 2010

Trastorno por hiperactividad o déficit de atención

En el volumen 49, número 11 de la Revista de Neurología, aparece un trabajo de Josep Artigas Pallarés sobre el TDAH.

En este vídeo, podemos ver cómo se conceptualizó este trastorno a lo largo de la historia:

 


En el artículo de Artigas, se repasan los modelos cognitivos que se utilizan actualmente para explicar el TDAH.

El modelo del déficit en el control inhibitorio, fue desarrollado por Barkley.  Considera que el déficit se debe a una baja capacidad de inhibición de respuestas prepotentes ante un evento, baja capacidad de interrupción de resuestas prepotentes y baja capacidad de control de la interferencia. Esta baja capacidad de inhibición repercute negativamente en:
  • La internalización del lenguaje o memoria de trabajo verbal.
  • El sentimiento del yo o memoria de trabajo no verbal.
  • La planificación o reconstrucción.
  • La autorregulación de las emociones, motivación y arousal.
La falta de atención, sería un aspecto colateral del fallo general en el sistema ejecutivo.

El modelo de la regulación del estado, fue desarrollado or Sergeant et al., en el marco de la teoría del procesamiento de la información. Considera que el déficit se debe a la falta de capacidad de regular el esfuerzo y la motivación. Las respuestas a los estímulos están desajustadas en tiempo e intensidad. El modelo cognitivo energético, amplía el modelo anterior y cree que el TDAH surge cuando existe un déficit en cualquiera de los tres niveles:
  • Mecanismos atencionales de codificación, búsqueda, decisión y organización motriz.
  • El segundo nivel engloba tres fuentes energéticas definidas: el esfuerzo, la excitabilidad y la activación. El esfuerzo se refiere a la energía necesaria para solucionar las demandas de una tarea, se encuentra localizado en el hipocampo y se considera que ejerce su papel excitando e inhibiendo las otras dos fuentes energéticas. La excitación es definida como una respuesta fásica que surge ante la presencia de un estímulo. Por último, la activación representa los cambios tónicos de actividad fisiológica y está relacionado con los ganglios basales y el cuerpo estriado.
  • El tercer nivel comprende el sistema ejecutivo, asociado con la planificación, el monitoreo, la detección de errores y su corrección; este último nivel se asocia con el córtex prefrontal.
El modelo de aversión a la demora, fue desarrollado por Sonuga-Barke et al. Sostiene que los individuos con TDAH se decantan por una gratificación inmediata, aunque sea pequeña. Cuando no tienen el control del entorno, optan por desconectarse. El modelo se basa en circuitos cerebrales de recompensa, modulados por catecolaminas que conectan el cingulado anterior y el córtex orbitofrontal con el núcleo accumbens. Está también implicada la amígdala. Una ampliación de este modelo es el modelo dual de Sonuga-Barke. Para este modelo, concurren dos déficits:
  • La alteración de los circuitos de recompensa.
  • Déficit ejecutivo en la capacidad de control inhibitorio (Barkley)
Por otra parte, el TDAH está comunmente asociado con la dislexia, el autismo y el trastorno de Asperger.

Para saber más:
http://www.anshda.org/tdha2004.pdf
http://www.raco.cat/index.php/AnuarioPsicologia/article/viewFile/61694/88461
http://www.revneuropsi.com.ar/pdf/numero13/AranyMias.pdf

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