miércoles, 3 de febrero de 2010

La Nueva Gramática y nuestra visión del mundo.

Algunas escogidas lenguas aspiran a ser perfectas. Pretenden disponer de un léxico capaz de abarcar toda la realidad, en sus diferentes niveles de detalle. Cuentan, además, con una gramática: unas normas que les confieren articulación, flexibilidad, precisión... Estas reglas son estrictas y están vigiladas por cuerpos de especialistas o academias.

Y así por ejemplo, el español cuenta desde hace unos días con una nueva gramática elaborada por la Asociación de Academias de la Lengua Española.

¿Hasta qué punto se cumplen estas reglas? Evidentemente, las comunidades de habla no cumplen estas reglas de forma estricta, sino que constituyen dialectos, argots y otras variaciones lingüísticas e incluso podemos distinguir un modo particular de hablar en cada inidviduo.

Bajtin introdujo el término de heteroglosia. Cualquier idioma es el resultado de
diferentes formas de lenguaje asociadas con diferentes grupos sociales y los diversos puntos de vista de éstos; de manera que el hablante de una lengua tiene que apropiarse, partiendo de la boca de los demás de la lengua que habla y adaptarla a sus propias necesidades
¿Tienen las gramáticas de todas las lenguas algo en común? Los gramáticos formalistas consideran que los seres humanos poseemos una mente con rasgos comunes sobre los que se desarrollan las gramáticas particulares.

Whorf pensaba que las gramáticas nos proporcionan las coordenadas con las que vemos el mundo, un sistema de clasificación. De alguna manera, determinan nuestra visión del mundo:
“Diseccionamos la naturaleza siguiendo la línea marcada por nuestras lenguas maternales […] Cortamos la naturaleza en trozos, la organizamos en conceptos y adscribimos significados de la forma en que lo hacemos, en gran medida porque somos participes de un acuerdo para organizarlo así – un acuerdo que se establece en nuestra comunidad de habla u esta codificado en los patrones de la lengua. El acuerdo es, por supuesto, implícito y no expreso, pero sus términos son absolutamente obligatorios.” “El sistema lingüístico, en otras palabras, la gramática de cada lengua, no es sólo un instrumento reproductor para dar voz a las ideas, sino que es el que da forma a las ideas, el programa y la guía de la actividad mental del individuo, para su análisis de las impresiones.”
De este modo, los modelos del mundo, automáticos e inconscientes, que organizan nuestro pensamiento, están en la parte formalizada de las lenguas, en la gramática. Hasta la ciencia moderna sería una especialización de las gramáticas de las lenguas occidentales.

Desde este punto de vista, la Asociación de Academias de la Lengua Española nos brinda con su nueva gramática el conocimiento sobre la forma en que los hispanohablantes organizamos nuestro pensamiento y nuestra visión del mundo.

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