De esta prosperidad fueron consecuencia las construcciones románicas de principios del siglo XI que se conservan en Pisa.
Estas construcciones fueron las primeras en la Italia centroseptentrional en recurrir a las técnicas de cantería y tienen en común el aparejo realizado con sillares de panchina livornés, de altura y dimensiones variables en cada hilada y que no forman ángulos rectos. Se trata de una piedra caliza de color amarillento, más bien ligera y fácil de mecanizar, con apariencia áspera y muy porosa y que contiene fósiles marinos a menudo visibles a simple vista. Ha demostrado ser duradera en el tiempo, aun en exposiciones prolongadas al exterior.
- San Piero a Grado (Sancti Petri ad Gradus Arnensis).
- San Zeno
- Santa Cristina in Chinzica.
- San Matteo in Soarza.
Estas construcciones fueron las primeras en la Italia centroseptentrional en recurrir a las técnicas de cantería y tienen en común el aparejo realizado con sillares de panchina livornés, de altura y dimensiones variables en cada hilada y que no forman ángulos rectos. Se trata de una piedra caliza de color amarillento, más bien ligera y fácil de mecanizar, con apariencia áspera y muy porosa y que contiene fósiles marinos a menudo visibles a simple vista. Ha demostrado ser duradera en el tiempo, aun en exposiciones prolongadas al exterior.
Por otra parte, San Piero a Grado nos muestra unas dimensiones superiores a las de las catedrales tardoantiguas lo que prueba el notable desarrollo económico alcanzado por Pisa y la existencia de un tejido artesanal complejo y articulado.
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