PRINCIPALES DESCUBRIMIENTOS EN
SUDÁFRICA
AÑO
|
FÓSIL
|
YACIMIENTO
|
ESPECIE
|
CREADOR
|
1924
|
Niño de Taung
|
Taung
|
Australopithecus africanus
|
Dart, 1925
|
1936
|
Cráneo TM1511
|
Sterkfontein
|
Plesianthropus transvaalensis
|
Broom, 1936
|
1938
|
Cráneo TM1517
|
Kromdraai
|
Paranthropus robustus
|
Broom, 1938
|
1947
|
Cráneo MLD1
|
Makapansgat
|
Australopithecus prometheus
|
Dart, 1948
|
1947
|
Mandíbula SK
|
Swartkrans
|
Paranthropus crassidens
|
Broom, 1949
|
1947
|
Mandíbula SK15
|
Swartkrans
|
Telanthropus capensis
|
Broom y Robinson,
1949
|
2008
|
Cráneo y
esqueleto MH1
|
Malapa
|
Australopithecus sediba
|
Lee R. Berger,
2010
|
En 1924 R.B. Young, de Johannesburgo, era geólogo de una
cantera en Sterkfontein cuando reparó en los restos que había producido una
detonación. Un trozo de roca parecía ser la calavera de un niño. Según Young,
el estrato del que procedía, pertenecía al Terciario medio.
El niño de Taung, como
fue llamado este fósil, fue estudiado pocas semanas después por catorce
científicos. Uno de ellos era Raymond A. Dart, anatomista de Johannesburgo.
Mientras que para todos los demás aquél fósil pertenecía a un chimpancé o a un
gorila, para Dart respresentaba un eslabón en la transición entre el antropoide
y el ser humano. Lo llamó Australopithecus
africanus (mono meridional de África). Pero ante las burlas que su opinión
concitó, Dart cesó momentánemente en sus investigaciones.
Robert Broom era un médico aficionado a los fósiles que,
atraído por la semejanza entre los dientes de leche del niño (estudiados por Dart) y los humanos, se empeñó en descubrir
nuevos restos. En 1936 llegó a sus oídos que en otra cantera de Sterkfontein
había aparecido nuevos restos fósiles y se presentó en ella lo antes que pudo.
Su esfuerzo tuvo un gran premio, pues un capataz de la cantera entrego a Broom
los restos de un cráneo, el que luego sería catalogado como TM1511, con rasgos
diferentes al del niño de Taung, y
que sirvió a Broom para nombrar una nueva especie: Plesianthropus transvaalensis (el ser del Transvaal parecido al
hombre). Broom siguió buscando en las canteras de la zona y dos años después un
niño de Kromdaai le entregó unos huesos y dientes fosilizados y le indicó el
lugar de donde procedían. Broom pudo salvar el cráneo, conocido hoy como TM1517,
casi toda la dentadura, fragmentos del brazo y un tarso. El ser al que
pertenecieron tenía algunos parecidos con el ser humano pero también notables
diferencias. Broom pensó que el Paranthropus
robustus, como él mismo le llamó, constituía una rama lateral extinguida.
En los años siguientes, Dart, con la ilusión recobrada,
Broom y el paleontólogo de Pretoria Robinson estudiaron nuevos restos y a
partir de ellos bautizaron nuevas especies. Tras la Segunda Guerra Mundial,
invitaron a Sudáfrica al por entonces famoso paleontólogo francés Breuil. Éste
buscó en vano herramientas líticas, típicas en los hallazgos europeos. Dart
había encontrado cráneos de animales destrozados por fuertes golpes. Supuso que
aquellos homínidos los habían roto utilizando los huesos largos de otros
animales y formuló la Teoría de la Cultura Osteodontoquerática y el Modelo de
la Sabana que estudiamos en el capítulo anterior.
En 1949 Robinson encontró en Swartkrans un fragmento de
mandíbula, que hoy conocemos como SK15, que fue asignada a una nueva especie, Telanthropus capensis, con
características más próximas a las del sapiens.
En 1961 Robinson propuso clasificarla dentro de Homo erectus, pero tras la propuesta en 1964 de la especie Homo habilis, quedó definitivamente
asignada a ésta última.
Cada nuevo hallazgo, daba
lugar a una nueva especie, de acuerdo con una tendencia dispersora que, con algunos cambios, ha sido respetada.
Al irse proponiendo los diferentes homínidos sudafricanos, hubo
autores que sostuvieron la necesidad de considerar todos ellos como pertenecientes
no solo al mismo género sin incluso a la misma especie.
Broom (1950) abogó a favor de distinguir varias familias:
·
Australopithecinae (segura), con los géneros.
a.
Australopithecus.
b.
Plesianthropus.
·
Paranthropinae (segura), con el género Paranthropus.
·
Archantropinae (dudosa) en la que habría que
colocar al Australopithecus prometheus.
En 1954, John T. Robinson,
agrupó estos restos distinguiendo dos tipos netamente diferenciados:
FORMAS GRÁCILES O
ESBELTAS
|
FORMAS ROBUSTAS
|
Rostro retrasado y caja
craneana redondeada.
·
Frente inclinada.
·
Nariz prominente.
·
Cigomáticos menos importantes.
·
Prognatismo alveolar.
·
Mandíbulas robustas pero menos fuertes.
|
Rostro estructurado para
desarrollar fuerzas masticadoras potentes.
·
Frente reducida a un trígono.
·
Nariz hundida.
·
Cigomáticos más importantes.
·
Rostro plano en copela.
·
Mandíbulas más fuertes.
·
Arcadas dentales potentes.
·
Cresta sagital o cimera.
|
Régimen más omnívoro:
·
Molares importantes.
·
Incisivos poco desarrollados.
|
Régimen vegetariano con
alimentos coriáceos:
·
Molares voluminosos y anchos.
·
Incisivos y caninos reducidos.
|
Se ha tendido a simplificar el abanico de restos
encuadrándolos en este esquema:
·
Una forma grácil muy antigua, con cerca de 3,5 Ma
de una especie, Australopithecus africanus, a la que suele llamarse convencionalmente
“grácil” por comparación con otras posteriores. Las proporciones más armoniosas
entre los dientes anteriores y los molares indican un régimen más omnívoro.
·
Una forma robusta más moderna. Un homínido especializado
en una alimentación herbívora dura, Paranthropus robustus, con una morfología
que incluye, rasgos robustos en el aparato masticatorio (especializado en la
alimentación vegetal dura de las praderas abiertas y que no construye
herramientas) y que tiene una antigüedad establecida entre 2-1 Ma.
·
Con un rango de edad semejante al de los
anteriores, un homínido menos
especializado, de forma grácil, (adaptado a las sabanas abiertas, bípedo y
que utiliza herramientas líticas), representado por dos especies:
o
Homo aff. habilis.
o
Homo aff. erectus.
o
No sabemos cómo se ha producido la transición del
homínido menos especializado a estas dos especies diferentes, si se produjo de forma
local, mediante una anagénesis que tuvo lugar en Sudáfrica, o por sustitución del
linaje más antiguo a causa de una emigración de seres más avanzados procedentes
de África del Este.
Nos encontramos con el típico problema de la dificultad de
asignar los ejemplares a una u otra especie cuando estamos cerca del límite que
separa a ambas.
A partir de 1959, tomaron protagonismo los descubrimientos
en África Oriental, impulsados por el matrimonio Louis y Mary Leakey.
PRINCIPALES
DESCUBRIMIENTOS EN ÁFRICA DEL ESTE
AÑO
|
FÓSIL
|
YACIMIENTO
|
ESPECIE
|
CREADOR
|
1939
|
Maxilar Garusi I
|
Laetoli
|
Meganthropus africanus
Praeanthropus africanus
|
Weinert, 1950
Senyürek, 1955
|
1959
|
Cráneo OH5 (Dear
Boy)
|
Olduvai
|
Zijanthropus boisei
|
L. Leakey, 1959
|
1961
|
Mandíbula,
parietal y huesos de la mano OH7 (Jonny’s child)
|
Olduvai
|
Homo habilis
|
L. Leakey, Tobias y Napier, 1964
|
1967
|
Mandíbula 18-1967-18
|
Omo
|
Paraustralopithecus aethiopicus
|
Arambourg y Coppens, 1967
|
1974
|
Hadar AL288 (Lucy)
|
Afar
|
Australopithecus afarensis
|
Johanson y otros, 1978
|
1992
|
Esqueleto parcial
|
Middle Awash
|
Ardipithecus ramidus
|
White
|
1994
|
Cráneo y poscráneo
|
Aramis
|
Ardipithecus anamensis
|
White y otros, 1994
|
1994
|
Mandíbula KP29281
|
Kanapoi
|
Australopithecus anamensis
|
M. Leakey y otros, 1995
|
1995
|
Mandíbula KT12/H1
|
Koro Toro
|
Australopithecus bahrelghazali
|
Brunet y otros, 1996
|
1998
|
Cráneo BOU-VP-12/130
|
Hata
|
Australopithecus garhi
|
Asfaw y otros, 1999
|
1999
|
Cráneo WT40000
|
Lomekwi
|
Kenyanthropus platyops
|
M. Leakey y otros, 2001
|
2001
|
Middle Awash
|
Ardipithecus ramidus kadabba
|
Haile-Selassie
|
|
2005
|
KSD-VP-1/1 Kadanuumuu
|
Korsi Dora
|
Australopithecus afarensis
|
Alemayehu Asfaw
|
Mary halló en 1959 unos restos en Olduvai (Tanzania) que
formaron un cráneo casi completo, conocido como OH5 (Dear Boy) asociados a herramientas líticas muy primitivas. Olduvai
dio su nombre a la cultua olduvaiense y aquél cráneo sirvió a Louis Leakey para
nombrar la especie Zijanthropus boisei (Zing es el nombre antiguo de África del
Este; Charles Boise, el mecenas de las excavaciones). Tras el estudio de
Phillip Tobias en 1967, se incluyó dentro del género Paranthropus, junto con las especies robustas de Sudáfrica.
Entre 1960-1964 el equipo de los Leakey halló en Olduvai
varios especímenes muy controvertidos: OH4, OH6, OH7 (Johnny’s child), OH8 y OH13 (Cinderella).
Las evidencias apuntaban a un australopitecino grácil antiguo. Louis Leakey,
Tobias y Napier incluyeron estos hallazgos en una nueva especie: Homo habilis, de la que OH7 sería el
holotipo. Se atribuyó al habilis la
autoría de las herramientas olduvaienses. En 1986 el equipo de Johanson halló
OH62, que fue asignado también al habilis.
Éste especimen tiene un húmero de tipo arbóreo, más largo que el de los
australopitecos, por lo que su adscripción al género Homo fue muy discutida.
En 1973 el equipo de Richard Leakey halló en Koobi Fora
(Lago Turkana) los especímenes KNM-ER 1470, KNM-ER 1472 y KNM-ER 1475, y los
clasificaron como Homo sp. (especie
indeterminada). En 1986 Alexeev creó para ellos un nuevo taxón: Homo rudolfensis. La propuesta del
género Kenyanthropus ha provocado que
la especie se denomine ahora Kenyanthropus
rudolfensis. En Koobi Fora se hallaron además varios cráneos pero de tamaño
y tipo muy diverso, tanto gráciles como robustos.
Los hallazgos de Koobi Fora (clasificados como K. platyops, A. anamensis, P. boisei, P.
aethiopicus, H. habilis, H. erectus), produjeron dos reacciones opuestas.
·
Por un lado contribuyeron a apuntalar la pertinencia
de la especie Homo habilis descrita a partir de los especimenes de Olduvai.
·
Pero además parecen complicar más que resolver
el panorama de la evolución humana.
Existen muchas formas de clasificar las muestras (Walker).
1.
Hipótesis de la especie única: Se basa en una
consideración teórica: el Principio de la Exclusión por Competencia de Gauss,
que establece que no pueden coexistir dos especies compitiendo por los mismos
recursos porque una desplaza a la otra.
2.
Existen tres especies diferentes.
a.
Una hiper-robusta contemporánea de los
ejemplares de Olduvai y Sudáfrica. (P.
robustus o P. boisei)
b.
Una especie de cráneo y dentición pequeños.
c.
Los ejemplares parecidos a H. erectus.
3.
Existen dos especies distintas:
a.
Los ejemplares definidos como robustos y los que
se consideran gráciles pero alejados de las características de H. erectus formarían una única especie, con
los robustos como ejemplares machos y los gráciles como hembras
b.
Los similares a H. erectus serían de otra especie diferente.
4.
Existen dos especies distintas:
a.
Los ejemplares definidos como robustos y los similares
a H. erectus forman una especie muy
variable
b.
Los gráciles y pequeños otra poco variable.
5.
Existen dos especies distintas:
a.
Los robustos forman una especie.
b.
Todos los ejemplares de dientes pequeños otra
muy variable
TIPOS
|
1
|
2
|
3
|
4
|
5
|
Robusto
|
|||||
Grácil grande
|
|||||
Grácil pequeño
|
Todavía existen
otras interpretaciones como la de Wood (tres taxa de no-australopithecus además
de una correspondiente a formas robustas).
La polémica acerca del número de especies presentes en el lago
Turkana, supuso un enfrentamiento más entre dos líneas importantes:
·
Los agrupacionistas:
Los paleontólogos dedicados a la sistemática que optaban por admitir tan solo una
línea de evolución de homínidos. Tobias consideraba a A. africanus como el antecesor de los dos clados, lo que le llevó a
desechar en su momento a A. afarensis
como especie distinguible y ancestral a todas las demás. Afarensis sería una subespecie de africanus. Posteriormente Tobias colocó a afarensis como especie separada, colocando a A. africanus como antecesor común a todos los homínidos.
·
Los diversificacionistas
quienes, por el contrario, entendían que eran varios los linajes paralelos. Los
hallazgos de Koobi Fora les proporcionaron argumentos muy sólidos. A principios
de los 80 eran raros los que no admitían al menos dos linajes: grácil y
robusto, entendiendo que este último supone una rama lateral, una
especialización tardía de nuestra familia. Una vez que se relacionan las mandíbulas
robustas, la cresta sagital y los grandes molares con una dieta vegetariana más
dura, el panorama parece cuadrar bien. A.
africanus daría origen a través de una especialización del aparato
masticatorio a P. robustus. P. boisei (más robustos todavía) supondría
una versión muy especializada y tardía del clado robusto. Algunos autores
plantearon una línea evolutiva africanus-robustus-boisei.
En 1994-1999 se
descubrieron otros Australopithecus: anamensis, garhi y bahrelghazali,
que completan un panorama muy diverso durante el final del Mioceno y el
Plioceno. Ya en el siglo XXI, el catálogo se amplió con Homo georgicus, Australopithecus
sediba y Homo floresiensis. El
comienzo de nuestro camino evolutivo parece que dio muchos pasos en distintos
sentidos y siguió no pocos recovecos.
What about LB1 from Flores?
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