- El viejo modelo (modular) postulaba un área distinta para cada forma de representación cognitiva (memoria operante, visual, auditiva, táctil, fisonómica, semántica, etc.).
- El nuevo modelo (paradigma reticular) postula que las memorias están constituidos por amplias redes de neuronas corticales ligadas sinápticamente por la experiencia.
- Es una unidad de conocimiento o memoria en la corteza cerebral, que contiene asociados entre sí todos los elementos de percepción o acción relacionados con un hecho, un objeto, un acontecimiento vivido o una expresión lingüística.
- Está definido por una red de neuronas corticales que se han formado con la experiencia ambiental y educativa del individuo.
- En la proximidad de las áreas sensoriales o motoras, es relativamente circunscrito, casi modular, y representa sensaciones y movimientos simples en redes relativamente pequeñas. Éstas, con la experiencia, se van asociando entre sí para formar redes progresivamente más amplias que representan memorias y objetos de conocimiento progresivamente más extensos. Como consecuencia, unas redes quedan anidadas en las otras, y las mayores ocupan amplias extensiones de la corteza asociativa para representar conocimientos abstractos y memoria semántica.
- El conjunto de información almacenada en la corteza constituye un ingente enjambre de redes profusamente interconexas y solapadas. Por eso, prácticamente en cualquier lugar de la corteza una célula o asamblea de células puede formar parte de muchos cógnitos, de muchas memorias u objetos de conocimiento. Dentro de una determinada red cognitiva hay nodos de asociación sináptica densa y múltiple, que asocian fuertemente muchas memorias o conocimientos.
- El contorno de un cógnito es difuso y mal definido, por cuanto contiene conexiones débiles con otras muchas redes en áreas más o menos alejadas de la corteza. Estas conexiones ofrecen el potencial para nuevas asociaciones, a saber, para la formación de nuevas memorias y conocimientos o para la modificación de los existentes. Por así decirlo, estas conexiones son las enmiendas latentes del olvido y a la vez las simientes de la creatividad y de la rehabilitación cuando fallan las conexiones internas del cógnito y tienen que formarse otras nuevas que permitan el acceso a la memoria perdida.
- Mediante modulación o facilitación sináptica de la membrana neuronal con la llegada simultánea a ésta de estímulos de origen distinto, sensorial y motor (convergencia, memoria perceptual y memoria ejecutiva).
- Estos estímulos se asocian entre sí y con las redes corticales preestablecidas que contienen elementos semejantes, modificando y consolidando la memoria vieja.
- Los distintos tipos de memoria están entremezclados desde su formación inicial. Mucha de nuestra memoria es heterárquica y no estratificada. La conectividad entre redes perceptuales y ejecutivas, en todos los niveles de la corteza, es fundamental en la dinámica de la conducta, el razonamiento inductivo y el lenguaje. Esta conectividad constituye la infraestructura nerviosa del ciclo percepción-acción, a saber, de la interacción cibernética, circular, entre memoria perceptual y memoria ejecutiva. En sus niveles más elevados, cognitivos, el ciclo involucra las conexiones entre corteza posterior y prefrontal.
- Se desconoce todavía el mecanismo fisiológico pero se sabe que por este mecanismo se facilita permanentemente la respuesta a cualquiera de los estímulos originalmente asociados entre sí.
- En la formación de nuevas redes de memoria en la corteza interviene el hipocampo y con toda probabilidad la amígdala, facilitando información sobre el significado emocional de los estímulos. Lo que llamamos ‘memoria emocional’ tiene que consistir en las conexiones que se forman entre los cógnitos corticales y las aferencias emocionales que llegan del sistema límbico en coincidencia temporal con los estímulos que forman aquellos cógnitos.
- Los cógnitos más amplios, semánticos, abstractos y de acción planificada, se extienden por divergencia conectiva corticocortical hacia las áreas asociativas de ambos sectores, perceptual y ejecutivo y han surgido de memorias y conocimientos concretos, dispersos, repetidos y similares.
- Como base de partida de todas las memorias, tanto perceptuales como ejecutivas, está la memoria filética, la estructura citoarquitectónica de las áreas sensoriales y motoras primarias de la corteza.
- Conviene considerar la posibilidad de que en el ser humano existan, dentro de las dos jerarquías corticales, perceptual y ejecutiva, otras dos jerarquías de redes paralelas e íntimamente relacionadas con ellas para almacenar y articular el lenguaje. Muchas afasias, agnosias, dislexias y agrafias pueden ser resultado de la interrupción patológica del ciclo percepción-acción a nivel cortical.
Gran parte de la activación cortical es inconsciente. La consciencia es innecesaria para el ciclo percepción-acción.
La evocación es asociativa. Recordamos y reconocemos por asociación lo que ya está asociado entre sí en nuestra corteza. Un estímulo externo o interno, en un contexto determinado, es suficiente para activar las áreas primarias de la corteza y las redes cognitivas o cógnitos en áreas asociativas que almacenan la
memoria relacionada con el estímulo y su contexto.La memoria operante, también llamada ‘memoria de trabajo’, es la retención temporal de una percepción, mediante la activación de un cógnito cortical, para la realización de un acto consecuente a corto plazo. El contenido de la memoria operante está constituido por redes de memoria establecida a largo plazo, activadas y suplementadas, ‘puestas al día’, por así decirlo, con los elementos pertinentes del momento. Esas redes contienen, naturalmente, el contexto en el que se despliega el ciclo percepción-acción, aunque
el foco de atención esté mayormente en aquellos elementos adicionales. Sólo su vigencia actual separa la
memoria operante de la memoria a largo plazo.
Una neurona o asamblea de neuronas puede formar parte de muchas redes cognitivas y, por lo
tanto, de muchas memorias u objetos de conocimiento. A medida que se adquieren, las memorias y conocimientos se van organizando jerárquicamente en la corteza. Siguiendo gradientes ontogenéticos y conectivos, los nuevos cógnitos reticulares ascienden las jerarquías corticales y encuentran en ellas su lugar de acuerdo con su rango cognitivo.Los cógnitos perceptuales se distribuyen mayormente en la corteza asociativa posterior, mientras que los ejecutivos lo hacen en la corteza frontal. Si bien la neurociencia actual nos permite afirmar los principios fundamentales de organización del nuevo paradigma de memoria, queda para el futuro el esclarecimiento preciso de los principios dinámicos de activación, mantenimiento y rehabilitación de la memoria..
Joaquín Fuster.
Bibliografía: Fuster JM. El paradigma reticular de la memoria cortical. Rev Neurol 2010; 50 (Supl 3): S3-10.
http://www.joaquinfuster.com/
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