Homínidos bípedos que conservan la suspensión y la capacidad
de trepa (4,5-2,6 mda) de rostro robusto y cerebro relativamente desarrollado.
1,05-1,45 m. 27-60 kg.
Evolución en mosaico. Es probable que se trate de un grupo
parafilético.
Aguirre (1970) indica que la distinción entre Australopithecus y Paranthropus no es fácil.
Características craneales de los australopitecinos. |
Peso y altura de los australopitecinos. |
Comparación entre Australopithecus y Paranthorpus. |
·
Cráneo
o
El foramen magnum ocupa una posición avanzada en
la base del cráneo orientada hacia abajo, como en el hombre. Menor desarrollo
de los músculos de la nuca que en el chimpancé. Cresta nucal transversal en
posición inferior.
o
Caja craneana más desarrollada y más elevada en
el parietal que en el chimpancé, con rostro menos prognato y más ancho. Huesos
de la bóveda craneal más bien delgados. Continuidad entre la región
supraorbital y la placa del frontal. En su parte posterior, el hueso occipital
se divide en una placa de perfil redondeado más amplia que el plano nucal,
orientado hacia abajo y hacia delante. Las dos partes del occipital están
separadas por una cresta transversal que en los machos se une a las líneas
temporales para formar una cresta temporal-nucal.
o
El cerebro muestra el comienzo de tendencias
evolutivas. Volumen cerebral 380-500 cc, mayor que el de los chimpancés
(350-400). Mayor coeficiente de encefalización. Áreas corticales, sobre todo la
parietal, más grandes, ligeramente asimétricas. La red sanguínea asociada a la
vena meníngea media, indica una irrigación más densa en la parte parietal.
o
Rostro alto y poderoso. El avance de las arcadas
dentales se manifiesta en un prognatismo alveolar, que solo moviliza la parte
alveolar del hueso maxilar. El prognatismo de las partes media y superior del
rostro es acusado. Paladar largo y poco profundo. Unos refuerzos óseos
consolidan los márgenes del orificio nasal (orificio piriforme). La raíz
anterior del arco cigomático, que forma la apófisis piramidal del maxilar, nace
encima del primer molar o del segundo premolar. Esta disposición propicia la
llamada fosa canina. La región situada encima de las órbitas, forma un torus
continuo, sin depresión en la glabela. Vistas de frente, las líneas temporales
anteriores convergen rápidamente hacia la línea sagital de la bóveda craneal.
Vista desde arriba, la constricción entre las órbitas y la caja craneana es
marcada.
o
Mandíbula relativamente corta, con una rama
ascendente muy desarrollada. Las marcas de inserción de los músculos
masticadores son profundas. La parte anterior y horizontal de la mandíbula es
alta y ancha, con una robustez asegurada por la presencia de varios repliegues
óseos, sobre todo en la sínfisis. Los torus transversales inferior y superior
consolidan la sínfisis en su parte interna. Ausencia de mentón.
o
Los dientes forman arcadas dentales divergentes
hacia atrás en forma de V o U de ramas más o menos abiertas (parabólicas en bahrelghazali, en forma de U en anamensis, en forma de V en afarensis). Masticación potente, más que
la de los chimpancés y los humanos.
§
Los incisivos son cortos y robustos. La corona
es ancha.
§
Los caninos son prominentes y su desgaste se
efectúa desde la punta hacia la raíz.
§
Premolares robustos con coronas formadas por dos
cúspides desarrolladas.
§
Molares grandes, con coronas anchas en sentido
bucolingual. Tamaño creciente de M1 a M3.
§
Raíces de premolares y molares largas, robustas
y profundamente implantadas en los alveolos del maxilar y la mandíbula.
§
Esmalte grueso.
·
Restos postcraneales. La parte superior del
cuerpo se parece a la de los chimpancés o bonobos, mientras la inferior es más
parecida a la del humano.
o
Tronco
§
Cuerpo más bien ancho y achaparrado. Tronco en
forma de cono, como el de los chimpancés: caja torácica muy ancha en la parte
interior que va estrechándose conforme se acerca al cuello.
§
Posición erguida.
§
El homóplato, la clavícula y los tubérculos
óseos que forman la articulación del hombro, son robustos y orientados hacia
arriba. Las inserciones musculares denotan una musculatura potente en el
cinturón escapular.
§
Pelvis tan ancha como en los hombres actuales,
menos abierta hacia delante y más abierta a los lados y acampanada en los
costados, corta y en forma de cubeta, apta para la bipedación. Sacro corto y ensanchado,
aunque menos que en el hombre; se inserta como una moneda entre las dos alas
ilíacas, asegurando la transmisión del peso del cuerpo. Distancia corta entre
la articulación sacro ilíaca y la del fémur, con acetábulo reforzado en sus
márgenes, de forma distinta a chimpancés y humanos. Cabeza del fémur poco
insertada en el acetábulo. Trabéculos y pilares óseos refuerzan esta región.
Inserciones ligamentosas menos fuertes que en el hombre. El perfil de las alas
ilíacas sigue una línea recta desde el sacro hasta la espina ilíaca anterior.
Huesos púbicos largos, con sínfisis púbica relativamente esbelta. Las características de la pelvis indican
que estos seres eran bípedos.
§
Últimas costillas situadas muy cerca del borde
superior de la pelvis, lo que revela la práctica ausencia de talle. 6 vértebras
lumbares, como en los monos antropomorfos (5 en los hombres), si bien presenta
lordosis.
o
Extremidades superiores
§
Brazos largos.
§
La fosa de la base del húmero, que forma la
articulación del codo (olecraneana) es profunda, como en los chimpancés, y
permite el bloqueo del codo durante la suspensión o la braquiación.
§
Los huesos del antebrazo son largos y curvados.
§
Los huesos de la mano recuerdan los de los monos
antropomorfos arborícolas: los del carpo robustos, los del metacarpo largos,
primeras falanges largas y curvadas, últimas falanges estrechas. No se observa
ningún carácter que recuerde el nudilleo de los monos antropomorfos africanos
actuales. Pulgar largo y estrecho en relación a la mano, no oponible ni capaz
de presa de martillo.
Comparación de los coxis de Au. afarensis (AL 288-1), Au. africanus (Sts 14), Au. sediba (MH1), y H. erectus (KNM-WT 15000). Science. |
o
Extremidades inferiores
§
Piernas cortas.
§
Cuello del fémur largo, más bien esbelto. La
diáfisis forma un ángulo con la vertical de forma que el eje del fémur converge
hacia las rodillas (valgo).
§
Articulación de la rodilla más flexible que en
el humano. Mantenimiento de la rodilla en posición flexionada en el curso de la
marcha.
§
La meseta tibial ligeramente convexa y el
cóndilo lateral de fémur, denotan un perfil más circular.
§
El pie recuerda el de los monos antropomorfos
arborícolas. Apoyo del pie sobre su borde lateral durante la marcha, en varus.
Tarso, metatarso y falange de igual longitud. Metatarso y falanges
relativamente más largas que en los chimpancés. El tarso permite movimientos
variados, con huesos largos pero sin bóveda plantar. Primera falanges largas y
curvadas. Dedo gordo divergente.
Resumen:
·
Poco más altos que los
chimpancés.
·
Capacidad craneal: 500-380 cc.
·
Bipedia incipiente.
·
África del Este y Sudáfrica.
·
Enorme variación en el tiempo 4-1 mda (si incluimos los
parántropos).
·
Rasgos primitivos
o Cráneo alargado.
o Caja aplanada.
o Frente huidiza.
o Torus supraorbital muy marcado.
o Prognatismo
o Ausencia de mentón
·
Rasgos derivados
o Relacionados con la bipedia.
§ Posición horizontal del foramen
magnum.
§ Pelvis corta
§ Amplia zona de inserción de los
músculos con los glúteos.
o Arco dentario en forma
parabólica.
Importancia en la evolución homínida
Con el sucesivo descubrimiento de los yacimientos
sudáfricanos fue imponiéndose la tesis dispersora de Broom y se ha tendido a
clasificar los restos según el siguiente esquema:
-
Australopithecus
convencionalmente “grácil” por comparación.
Las proporciones más armoniosas entre los dientes anteriores y los molares
indican un régimen más omnívoro. No sabemos como se produce la separación en
estos dos grupos más especializados, pero para Lockwood y Tobias A. africanus es la especie ancestral de:
-
Una forma
robusta especializada en una alimentación herbívora dura, Paranthropus.
-
Homo, de forma grácil, asociado a artefactos primitivos.
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