Richard Feynman: El placer de descubrir.

El placer de descubrir es un libro autobiográfico del físico nuevayorkino Richard P. Feynman (1918-1988), nóbel en 1965.

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En esta entrevista de la BBC, de 1981, cuando estaba investigando las fuerzas que unen las partículas en el núcleo atómico, Feynman señala que el conocimiento científico es un añadido al bagaje del ser humano que de ninguna manera se opone a otras formas de conocimeinto, como el conocimiento estético. De joven, dedicó todo su tiempo a la ciencia, olvidando las humanidades; pero al envejecer comenzó a dedicar tiempo a la lectura y la pintura. Aprendió de su padre la diferencia entre saber el nombre de algo y saber de algo. También que las diferencias de estatus están marcadas por la vestidura y la posición, no por el mérito.
Narra algunas experiencias de su educación. A los trece años aprendió cálculo de forma autodidacta.
Repasa sus dudas al participar en el proyecto Manhattan. Cuando la bomba atómica explotó en Hiroshima se sintió feliz, como el resto de los norteamericanos. Pero cuando acabó la guerra, comprendió la amenaza de la proliferación nuclear y padeció una depresión convencido del final del mundo.
Decidió divertirse en su trabajo y se dedicó a la electrodinámica cuántica. Los resultados se vieron recompensados por el Nobel. Pero Feynman desdeñaba los premios. Su mayor satisfacción fue realizar descubrimientos y que este saber fuese utilizado por otros físicos después de él.
Entamos ampliando nuestro conocimiento sobre la naturaleza pero al hacerlo descubrimos algo que no esperábamos, no entendemos nuestras conclusiones, un pequeño truco ha derribado las leyes establecidas hasta ese momento y debemos formular nuevas leyes. En Física, todo se integra y se hace más simple.
Resalta que el desconocimiento de las matemáticas impide la apreciación del mundo.
Feynman piensa que el mejor método de enseñanza es el caótico, el uso del mejor método posible en cada momento, pero su propia idea es de imposible aplicación ya que el alumnado reúne diferentes intereses incompatibles entre sí.
Al final de la entrevista, Feynman deja clara su posición con respecto a algunas de las cuestiones más debatidas en Filosofía de la Ciencia: Para Feynman las Ciencias Sociales son seudociencias. No han conseguido formular leyes. El interés de la Ciencia es saber más del mundo. El conocimiento científico es incompatible con la Religión.