Gustave Courbet. El origen del mundo. Musée d'Orsay. Paris. 55x46 cm. |
«si dejo de escandalizar, dejo de existir»Amigo de la polémica, Courbet mostró en sus cuadros a campesinos y trabajadores, y les dio entrada a los espacios donde los burgueses celebraban sus ritos, provocando su protesta.
"no puedo pintar un ángel porque nunca vi ninguno"El primer propietario fue el diplomático turco-egipcio Khalil-Bey, figura brillante del París de los años 1860, reúne una efímera pero deslumbrante colección, dedicada a la celebración del cuerpo femenino, antes de arruinarse con sus deudas de juego, en la que figuraba también El sueño, que aborda el tema prohibido de los amores lésbicos.
Gustave Courbet. El sueño. Petit Palais. Paris. 1,35x2,00 m. |
Lo que llama la atención de L'origine du monde es el atrevimiento y la franqueza, la ausencia de un pretexto histórico o argumental, sin un guión que lo disculpe, la brutalidad del cercenamiento de piernas, brazos y cabeza de la modelo Joanna Hiffernan, forzando al espectador a situarse en un punto de vista inédito en la historia de la pintura. Podemos mirar el sexo de Joanna sin ser molestados por su mirada, sin ser sorprendidos como mirones y concentrarnos en nuestras sensaciones eróticas. Courbet, Joanna y los espectadores compartimos un acto transgresor contra un ambiente social represivo. Se trata de puro placer, de reconocernos como seres deseantes contra la sociedad que nos lo prohibe.
No es imposible que Courbet hubiese recibido alguna inspiración de la naciente técnica fotográfica pues hay fotos y daguerreotipos previos de desnudos de Auguste Belloc y de Alexis Gouin bastante parecidos.
Gustave Courbet. Mujer con loro. |
http://institut-courbet.over-blog.com/
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ResponderEliminarPodemos mirar el sexo de Joanna sin ser molestados por su mirda, sin ser sorprendidos como mirones
Gracias, Dubitator. Corregido. Dejo el comentario para que conste tu colaboración, que agradezco nuevamente.
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