Frederick K. Goodwin es profesor de siquiatría en la Universidad George Washington.
http://en.wikipedia.org/wiki/Frederick_K._Goodwin
http://www.drgoodwin.com/bio.html
Destaco algunas aportaciones de Goodwin en esta entrevista, referentes al tratamiento farmacológico del trastorno bipolar:
- El trastorno bipolar no tiene cura. Como la diabetes o la hipertensión, puede controlarse, pero no curarse.
- Las depresiones son más largas y peligrosas que las manías y los tratamientos deben tenerlo en cuenta.
- Es difícil diagnosticar el trastorno bipolar, que muchas veces se confunde con la depresión o la esquizofrenia. Quien sufra un episodio depresivo y tenga un antecedente familiar de trastorno bipolar o una edad temprana es candidato a un trastorno bipolar. Si se trata un trastorno bipolar como si fuese una depresión (con Prozac, por ejemplo) se puede causar un daño irreparable si se pasa de la depresión a la manía.
- Otra causa de error en el diagnóstico es que el paciente cuenta sus episodios depresivos pero no los maníacos. En este sentido, es importante el testimonio de la familia.
- Goodwin habla sobre los tratamientos con venlafaxina (bipolar II) y lamotrigina (bipolar I) en comparación a los tratamientos con litio. Todos tienen abundantes contraindicaciones y efectos secundarios, pero los primeros no engordan, no atontan y conservan la memoria y demás capacidades cognitivas. Quizá esta opinión de Goodwin no sea compartida por todos los expertos.
- Goodwin comenta los casos en que es posible dejar temporalmente la medicación. Solo pacientes eutímicos durante un periodo largo y capaces por sí mismos o mediante un conviviente de detectar pronto el advenimiento de episodios de crisis.
- Destaca la importancia de una vida estable y estructurada.
- Los episodios de crisis, con el estrés correspondiente, dañan el hipocampo afectando las funciones ejecutivas (toma de decisiones, planificación...): cada episodio deja una cicatriz y favorece nuevos episodios.
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