domingo, 13 de febrero de 2011

Las acciones morales. Aborto y centrales nucleares.

Secuencia de Si o no, un corto de Isabel Poveda Llanos.
En principio, una acción es moral cuando la sociedad la reconoce como tal. Lo contrario de moral es inmoral, mientras que las acciones amorales no tendrían ninguna connotación moral, como por ejemplo frotarme las manos para calentarlas.

Pero cuando escarbamos un poco, podemos encontrar varios tipos de moral. Por ejemplo, las morales religiosas, políticas o ideológicas juzgan los actos con respecto a un código. Aunque las consecuencias de los actos sean negativas, los actos son morales si se ajustan al código. Y así, por ejemplo, todas las religiones prescriben que tengamos muchos hijos aunque el mundo esté lleno y los niños se mueran de hambre.

Yo pienso, como Aristóteles y los utilitaristas, que las acciones morales son aquellas que contribuyen a nuestra felicidad y a la de los demás. Lo moral coincidiría así con lo racional.

Los que pensamos así, estamos aprendiendo continuamente y, analizando nuestra conducta a la luz de sus consecuencias, intentamos cambiar y mejorar nuestro programa de vida. Los cumplidores de códigos, por el contrario, pretenden que sus dogmas no se discutan.

En Lo mejor posible Jesús Mosterín distingue:
El programático está siempre dispuesto a revisar su programa y acepta las críticas como contribuciones posibles a la revisión y puesta al día de su programa, al que sabe siempre provisional y dependiente de los deseos de los individuos y sus creencias acerca del mundo. El moralista dogmático, por el contrario, trata siempre de mantener la integridad de su moral y rechaza las críticas como pecados, perversiones o traiciones.
¿Son morales las centrales nucleares? ¿es moral el aborto?
Los moralistas dogmáticos tienen una respuesta clara, un sí o un no dependiendo de lo que prescriban sus códigos.
Por el contrario, yo no lo tengo demasiado claro. Si consumimos más energía de la que producimos y no queremos disminuir nuestro consumo, lo racional será construir centrales nucleares que nos aseguren un aprovisonamiento barato de energía. Lo contrario es quedar a expensas de lo que "manden" Argelia, Arabia o Venezuela.
Si tener un hijo es un problema, el aborto puede ser moral. Y así se entendió en todas las sociedades, hasta que llegaron las religiones monoteístas. Y aunque lleve ímplícito el hecho de matar  algo que existe y que por tanto es un ser y que además tiene un origen humano, pero que no puede vivir de forma autónoma sino que depende de la voluntad de su madre. Entre los derechos de la madre y los del feto, creo que el justo medio ha de estar más del lado de la madre.
La filósofa moral Judith Jarvis Thomson (1971) propuso la siguiente situación: Imagínate que una mañana te despiertas acoplado a un famoso violinista con una grave enfermedad renal. Si te desconectas, el violinista morirá, pero si permaneces conectado nueve meses, se recuperará. ¿Estas obligado a seguir conectado?

El debate moral sobre el aborto se refleja en  Si o no, un corto de Isabel Poveda Llanos. La autora ha recibido felicitaciones de los antiabortistas. Sin embargo su intención no está clara. El pene del padre fuera de los pantalones visualiza la manipulación machista.

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