Edelman y Tononi, en El Universo de la Conciencia, llegan a una definición de conciencia, a través de sus propiedades, que podríamos sistematizar de la siguiente manera:
- La conciencia es un proceso.
- No es algo fijo, como una cosa, sino un suceso en el tiempo.
- El proceso se basa más en la interacción de la neuronas que en su estructura o localización.
- La conciencia está cambiando continuamente.
- La conciencia es unitaria.
- No se pueden mantener dos procesos de conciencia a la vez.
- El racimo de neuronas conectadas (centro dinámico tálamo cortical) no puede ser subdividido.
- Solo son favorecidas por el sistema aquéllas interacciones neuronales que son mutuamente consistentes y estables (coherencia del estado consciente).
- Un acto de conciencia puede durar solo 60 milésimas de segundo, por lo puede haber muchos actos de conciencia en solo un segundo (conciencia como un proceso diferenciado, actos seriados).
- Un acto de conciencia puede ser más lento si el centro dinámico accede a otras áreas del cerebro.
- La conciencia es subjetiva.
- Es un acto privado del individuo que no puede ser compartido en su totalidad por otro.
- La conciencia provee de información al sujeto.
- Se trata de una información seleccionada, en fracciones de segundo, entre las muchas posibles a las que tiene acceso el sujeto (capacidad informativa de la experiencia consciente).
- A través de la conciencia se hacen asociaciones entre pasado y presente o asociaciones con señales nuevas previamente no conectadas entre sí (aprendizaje y memoria).
La conciencia como procesamiento. Fuente: Susan Blackmore, Consciousness: An Introduction, after Edelman and Tononi). En: http://thebrain.mcgill.ca/flash/a/a_12/a_12_cr/a_12_cr_con/a_12_cr_con.html
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