martes, 8 de noviembre de 2011

Origen de la risa humana.

  • Una señal de seguridad
Spencer (1870) consideraba la risa el resultado de una relajación repentina tras una tensión intensa. La risa podría haber evolucionado como una señal de seguridad, un anuncio de que el peligro ha pasado. Esto explicaría por qué nos reímos cuando algo inquietante resulta ser en realidad poco importante.
  • Una reacción ante un contraste repentino.
Sería una ampliación de la teoría anterior. Hayworth (1928) y Dumas (1937) han señalado la insuficiencia de esta explicación, puesto que existen numerosos contrastes entre situaciones sucesivas que no suscitan risa.
  • Un arma para intimidar al adversario.
El origen de la risa se encontraría en los gritos amenazantes o intimidantes. De aquí, se pasaría a los aullidos de triunfo de los miembros del grupo cuando el enemigo común ha sido vencido y el asaltante ya no representa una amenaza. Esta señal habría desembocado en una risa burlona para ridiculizar al adversario (Hayworth, 1928). La risa hostil e intimidatoria contra enemigos exteriores habría permitido reforzar la cohesión del grupo (Eibl-Eibesfeldt, 1997).

  • La risa y la sonrisa amplia tienen orígenes evolutivos diferentes.
La risa ha evolucionado en un contexto de juego. Así se manifiesta en los simios antropomorfos y en los niños.
La sonrisa amplia pasó de una mímica de sumisión temerosa a una expresión de ausencia de hostilidad y de amistad.
Las risas de burla, escarnio, mezquindad, miedo, incomodidad, nerviosismo, etc., pueden ser el resultado de motivaciones mixtas, formas intermedias secundarias, con mezcla de elementos correspondientes a varias actitudes.


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