Hace tiempo que no escribo. Y no ha sido por falta de ganas. Hoy retomo con gusto la tarea para iniciar el desarrollo de una serie de ideas sugeridas por la lectura del libro del filósofo ovetense Gustavo Bueno El mito de la derecha.
Hablar de derecha forzosamente presupone que existe una izquierda. Esto, que parece tan banal, tiene su importancia: La oposición izquierda/derecha tiene su origen en la Asambla Legislativa francesa de 1791, cuando los realistas Feuillants se sentaron a la derecha y los radicales Montagnards lo hicieron a la izquierda. Esta distinción ha tenido y tiene gran éxito en los países católicos, mientras que en el resto se utiliza mucho menos. Posiblemente aquéllos países hayan heredado del catolicismo la concepción de un mundo dividido en creyentes e infieles.
En España usamos Izquierda como si comunistas, anarquistas, marxistas, leninistas, maoístas, etc., fueran lo mismo. Son doctrinas diferentes y por eso autodefinirse de izquierdas, sin más, es algo vacío y oscuro. No se sabe bien lo que se quiere decir.
http://www.ati.es/spip.php?article136Estás pensando seguramente que sí se quiere decir algo: Quien se autodefine de izquierdas no es de derechas. Pero en Filosofía, las definiciones que niegan una cualidad son inadecuadas cuando lo definido, visto desde otra perspectiva, posee algún otro atributo positivo. ¿Qué os parecería definir mujer como aquel ser humano que no es varón?
Lo que sí hay que reconocer, es que la Izquierda española ha conseguido acaparar el término socialista. Hemos de recordar que el partido de Hitler era el Partido Nacionalsocialista Alemán y que Mussolini fue el presidente de la República Social Italiana. En realidad, socialista es un término más vago aún que el de izquierda. Socialista viene de social y sociales son también los partidos políticos de derecha, el capitalismo y el Real Club Celta de Vigo.
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