En el entorno de los 4 Ma, disponemos de unos restos que han sido atribuidos a Australopithecus anamensis.
Los Australopithecus se diferencian de los ardipitecinos
fundamentalmente en (ver tema 2):
·
Los dientes poscaninos, de mayor tamaño y con el
esmalte más grueso.
·
Diferente forma del canino superior.
·
Mayor dimorfismo.
·
Locomoción, con mejores adaptaciones a la
bipedación.
Australopithecus
anamensis parece una forma intermedia entre Ardipithecus ramidus y Australopithecus
afarensis, especialmente en el tamaño y forma del canino y en la forma del
P3 deciduo. Por ello, la relación entre Ardipithecus
ramidus y Australopithecus anamensis puede
ser de ancestro-descendiente, pero no está totalmente descartado un origen
alopátrido de Australopithecus anamensis con
posterior migración a la región de Afar. Ramidus
y anamensis ocuparon distintos
nichos adaptativos (White, 2009).
Los restos correspondientes al entorno de los 3,5 Ma muestran
una diversificación. Se han clasificado en:
·
Australopithecus
afarensis, relacionado con Australopithecus
anamensis, habitando ecosistemas relativamente abiertos.
·
Una especie no determinada y pendiente de
confirmación (pie de Burtele), relacionada con Ardipithecus ramidus, que conserva adaptaciones a la vida arbórea.
·
Kenyanthropus
platyops, filogenéticamente aislado, si bien muestra algunas
características faciales similares a las de KNM-ER 1470 (Homo rudolfensis?)
·
Australopithecus
bahrelghazali, con una posición filogenética incierta.
La diferencia entre anamensis
y afarensis parece una cuestión
de grado de consecución de las mismas adaptaciones. Este hecho, junto con la
similitud de contextos ecológicos de los yacimientos y la falta de solapamiento
en las dataciones, nos hace pensar que se trata de cronoespecies o
paleoespecies dentro de un proceso de anagénesis, descartando una cladogénesis.
En este caso, Australopithecus africanus sería el
taxón hermano de estas especies.
·
Si ordenamos los mejores ejemplos de ambas
especies en una secuencia Kanapoi→Allia Bay→Woranso Mille→Laetoli→Hadar, surge
de inmediato la idea de una anagénesis.
·
Los fósiles de Woranso Mille muestran un mosaico
de rasgos como-anamensis y como-afarensis (Haile-Selassie, 2010).
Queda descartada por tanto la hipótesis de M. G. Leakey de
que Ardipithecus. ramidus y Australopithecus afarensis forman ramas
laterales en la evolución humana, mientras que Australopithecus anamensis es un buen candidato para formar parte
de nuestros ancestros. O afarensis y anamensis forman parte de nuestros
ancestros o ninguno de ellos. Para Richard Leakey, afarensis no es un ascendiente de Homo. Por otra parte el espesor del esmalte y tamaño de sus dientes
(grandes) son completamente diferentes a los que aparece en humanos y
chimpancés (pequeños).
Algunos autores se han fijado en las características
robustas de AL 442-2 para presentar a Australopithecus
afarensis como un antecesor de los parántropos. Si esto es así, la
separación de los linajes grácil y robusto estaría ya en curso en estos
primeros individuos.
Entre 3,3-2,8 Ma solo disponemos de fósiles de afarensis.
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