domingo, 26 de octubre de 2008

8. La lengua.


Ando muy liado y no quería escribir. Pero acabo de tener noticia de una inciativa de la Universidad de Vigo: "chámate con xeito".
En primer lugar me extraña que la Universidad de Vigo desempeñe un papel en la normalización lingüística. ¿No debería dedicarse a la enseñanza superior y a la investigación? Me encanta que mi dinero vaya a parar a la enseñanza y a la investigación. Y no quiero que se gaste en otra cosa.
Este es el sorprendentemente reduccionista y simplista primer párrafo de la fundamentación de la campaña:
O nome e os apelidos son o principal sinal identificador dunha persoa e (re)preséntana socialmente. Polo nome e os apelidos sabemos detalles da procedencia e identidade cultural, relixiosa, xeográfica e lingüística de cada persoa.
Claro. Acabo de caer. Mi amigo Soler no es de Cartelle, es catalán. Y Jordi, un alemán de origen almeriense que conocí ayer, también. Y mi otro amigo Christian será sueco, supongo. Y Yaso, una amiga de mi hijo, es budista.
Después nos habla de las cosas que pasan con los emigrantes y los colonizadores, que provocan la desaparición de los apellidos propios. Yo soy gallego por los cuatro costados y me apellido Fernández López. ¡Tengo un problema de identidad! ¿Soy nativo, inmigrante o colonizador?
Recurre luego al tópico nunca probado de la maliciosa intervención del poder para "acastrapar" los topónimos y los apellidos. Lo de los topónimos, siempre me ha parecido ridículo. ¿Acaso no decimos en gallego Castela, o Xaén? ¿Porqué en castellano no se puede decir Ginzo?
El cambio en los apellidos no ha respondido a un plan preconcebido. Es el resultado de utilizar en los registros el castellano y de no disponer de bases de datos informatizadas. He conocido a personas que dicen llamarse de una manera, en el DNI aparece otra distinta, sus hermanos se apellidan de diferente forma y sus padres también.
En un afán notorio de transmitir cultura, nos recuerdan que la Ley de Normalización Lingüística de Galicia ordena utilizar, incluso a nivel español, Ourense, A Coruña, etc. No nos explican que ningún poder político puede prescribir sobre el idioma. El ministro que utilice miembra es un cateto y el que me quiera impedir usar Orense cuando escribo en castellano se ha pasado y se ha puesto en ridículo. En el mismo ridículo que se ha puesto la Universidad de Vigo, que no debería ser un instrumento de poder, sino de cultura.
Si alguien se siente más gallego o simplemente se siente mejor escribiendo su apellido en una supuesta forma originaria (si me apellido Noguera, ¿cómo sé si me han castellanizado Nogueira o si provengo de Cataluña?) me parece bien que lo cambie. Incluso me parecería bien que la ley permitiera que cada uno se llamase y apellidase como le viniese en gana. Un dato fijo, el número del DNI, y otro a voluntad de cada uno: el nombre y los apellidos. Como cuando te identificas en internet.
Así no me podrían discriminar. Si me voy a trabajar a Barcelona, pues me llamo Joan. Y si trabajo en La Coruña, me pongo Xoan. Si lo hago en Londres, me pongo John Smith. Y si tengo que conseguir trabajo en un organismo gallego me pondré los nombres y apellidos más gallegos que encuentre, no sea que si me llamo Juan Fernández crean que soy palentino y no me cojan.
El cartel de la campaña me resulta especialmente odioso, anacrónico. Incita a la violencia. Culpa e insulta a colectivos que nada tienen que ver, como la Iglesia o la Guardia Civil. No viene a nada. Da una muestra del retorcimiento, odio y acomplejamiento de los que están detrás.
Una última precisión. Los de la Universidad de Vigo recomiendan regalleguizar Iria Quintana en Quintá y Ángeles Sotelo en Soutelo.
Pero puede ser que el origen de Quintana sea vasco (de Sopuerta, Valmaseda) y el de Sotelo leonés, extremeño o andaluz.
¡Y mis hijos van (iba a decir estudian) a la Universidad de Vigo!

2 comentarios:

  1. o feito de que o apelido Quintá fose deturpado e convertido em Quintana nom quita que já existise Quintana no Castelám. A iniciativa sô é para que poidamos saber da existencia do apelido no Galego; nom obriga a ninguém a se cambiar de nome. Os que falades contra destas iniciativas facéde-lo usando falacias, como que persigue aos que temos apelidos extrangeiros.
    final-mente, a igreja foi um órgao de repressóm do Galego na Galiza por séculos, dizer agora que nada tem que ver com a deturpazóm do nosso idioma é mostra do método que antes comentava de meter falsedades nos comentários, e 'se cola, cola'.

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  2. Contesto a Anónimo:

    Efectivamente, la iniciativa no obliga a nadie. Pero posibilita que una persona con apellido castellano, catalán, etc., lo galleguice, lo cual va en contra de uno de los objetivos de la campaña: conocer la procedencia a través del apellido.

    La iniciativa de la Universidad de Vigo no es para que sepamos que existen ciertos apellidos en gallego, sino para hacer de los apellidos un instrumento de identidad y así se declara en el párrafo de fundamentación de la campaña que adjunté en la entrada.

    Hacer de los apellidos un reflejo de la identidad y de la procedencia permite utilizarlos para discriminar. Yo no lo haré y tú tampoco. Pero seguro que otros sí los utilizarán para discriminar. Así ha sucedido en todo el mundo.

    Desconozco el papel de la Iglesia en la represión del gallego. Solo digo que el cartel de la campaña es ofensivo.

    En todo caso, el núcleo de la entrada es criticar tanto la dedicación de recursos de la Universidad de Vigo a esta campaña como la forma en de la misma.

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